Dice la psicología de la Gestalt que “El todo es diferente a la suma de sus partes”.
Entrar en Wakana es sentir. Es transportarte a Mongolia y dormir con tu familia como si fuerais un clan nómada; pertenecer a una tribu india y refugiarte en un tipi americano; bailar sintiendo la energía de la tierra subir por tus pies descalzos; susurrar a los caballos que habitan en este “pequeño” cachito del Parque Natural de los Alcornocales, los mismos caballos que rodean a quienes bailan a orillas del lago, como si también quisieran danzar; es observar aves ancestrales planeando sobre tu cabeza….
Vivas lo que vivas, lo recordarás con una sonrisa en el corazón y cuando te vayas, un cachito de este precioso lugar se irá contigo, porque la suma de todas tus experiencias es mucho más que el “todo”. Es Wakana.